Energía para el desarrollo

Rosa Galván Gómez (El Peruano 8 de octubre)

En el kilómetro 218.5 de la Panamericana Sur existe un desvío que, en media hora en camioneta, conduce al centro poblado Camacho, en San Clemente, Pisco.

Allí, cerca de 200 pobladores tienen más motivos para agradecer a las nuevas tecnologías y a los hombres de buena voluntad que se preocupan por que las comunidades alejadas accedan a la misma oportunidad que las ciudades en cuanto a su desarrollo. Sus moradores, por ejemplo, viven en medio de un desierto, pero cuentan con la energía solar para iluminarlos de noche.

Desde mayo pasado, un kit Euro-Solar, que consiste principalmente de un panel solar, les cambió la vida, para bien. Con la luz eléctrica transformada de la energía solar, los alumnos de la Institución Educativa Unitaria N° 22604 San Vicente de Paul pueden hacer uso de las cinco laptops donadas como parte del kit.

Además, ellos ven televisión una hora a la semana, mientras sus padres en casa tienen más posibilidades de escuchar radio (no a pilas) y poder cargar con batería los celulares para estar comunicados con cualquier parte del país y, por qué no, del mundo.

Esa dosis de energía natural no solo motivó a los niños, que ahora no ven la hora que amanezca para ir a su escuela, sino que la PEA (población económicamente activa) está tan motivada que logró organizarse para cuidar todo lo que recibió en donación y poner en marcha  proyectos productivos. Un efecto multiplicador muy importante.

Nos estamos refiriendo al Programa Euro-Solar, una iniciativa de la Oficina de Cooperación de la Comisión Europea, cuyo principal objetivo es promover las energías renovables como motor de desarrollo humano a escala mundial, acción que se desarrolla en coordinación con la Dirección General de Electrificación Rural del Ministerio de Energía y Minas (MEM).

Cambios

Antes de la instalación del kit Euro-Solar, en Camacho los juegos de pelota terminaban a la puesta del Sol, pues se quedaban en penumbras, salvo los días de Luna llena. Las casas en este centro poblado son de estera, plástico y madera; se cocina con leña y la cama sirve para sentarse a la hora de comer.

Deysi Edith Aparcana Díaz, directora, profesora, auxiliar y personal de limpieza, cuenta que cuando llegó la luz solo la escuela se divisaba en la noche. Ahora, más de una tiene una batería cargada para encender un foco de luz cuando más lo necesitan.

“Los niños parecen mosquitas frente a la miel cuando abro la puerta de la sala de cómputo; son muy hábiles en los juegos educativos, ¡cómo les gusta las laptops!, ¡todo es novedoso para ellos!, ¡están felices!”, exclama esta simpática maestra unidocente que derrocha energía y es digna de admiración.

Ella enseña a 17 alumnos de primero a sexto grado, a la vez. “Cuando lleguen las computadoras del Ministerio de Educación (Minedu) solo pasarán a las laptops donadas por Euro-Solar los que tengan mayor dominio, porque nuestro colegio está inscrito en el programa Una Laptop para cada Niño, a fin de que todos tengan una computadora”, sostiene. Este mes ellos estudiarán utilizando internet, otra gran novedad.

“Al llegar la primera vez (hace siete años), los niños no me miraban para hablar, ahora tienen más confianza en sí mismos y este importante donativo mejoró el autoestima de toda la población. Con la energía solar hemos implementado un comedor para mejorar la alimentación; mi gran deseo es implementar una biblioteca virtual.”

Por el momento, el colegio, que es el único local de material noble de la comunidad, se cierra a las 17:30 horas. Ella debe ganar el día para caminar por terrales más de media hora con el fin de salir a una vía y tomar el carro que en 15 minutos la lleva a su casa.

“Nuestros hijos no conocían la computadora, ahora compiten con los de la ciudad, eso nos llena de orgullo”, expresa con igual emoción Kerwin Chusquipuma Bonillas, padre de familia y gestor técnico del panel solar. Él fue capacitado por el programa para velar por la conservación del valioso donativo. La comunidad se organizó para juntar fondos para cuando en algunos cinco o diez años necesiten cambiar la batería mayor: cobran por fotocopias, cargar los celulares y otras baterías.

Efecto multiplicador

Gracias a esa energía, las madres no tienen que viajar a San Clemente para vacunar a sus hijos. Como parte del kit donado, ahora cuentan con un centro de salud en la infraestructura educativa.

Juana Patricia Marcos Ventura, enfermera, dice que el módulo comunitario donado consta del tópico con una nevera que garantiza la cadena de frío adecuado para las vacunas y un purificador de agua que también debe servir a los estudiantes. Además, el programa en marcha incluye la construcción de losas deportivas, que serán inauguradas este mes, y la arborización.

Cerca de una hora de distancia se encuentra el centro poblado Cabeza de Toro, lateral cinco, en Independencia, distrito donde la electrificación rural llega al 40%. Con el kit Euro-Solar donado al colegio 22552, aproximadamente 250 familias podrán vivir de la ganadería lechera.

La energía solar se suma a los trabajos de construcción del Minedu. Después de 30 años de inaugurada la escuela, en diciembre quedará terminada para albergar a más de los actuales 246 alumnos. En dos hectáreas y media de obra, habilitarán losas deportivas, tres patios, centro de salud y otros. En el centro de cómputo se instalaron siete CPU y cinco laptops.

Visita de misión especial

Hace poco, una misión especial de la Unión Europea, encabezada por la alemana Ruth Käppler, visitó las comunidades beneficiadas con el fin de evaluar Euro-Solar, proyecto iniciado en 2007 en ocho naciones de América Latina.

El Perú es uno de los países más beneficiados con 130 kits de un total de 615 presupuestados en 35.8 millones de euros, cofinanciados por la Comisión Europea (80%) y los países beneficiarios (20%). En nuestro país, la inversión es de seis millones de euros por un millón y medio de la parte nacional.

La misión se reúne con los beneficiarios, con los diferentes ministerios involucrados; verifica los equipos donados y redacta un informe.

“El programa está vinculado al medio ambiente y el desarrollo socioeconómico en las zonas menos favorecidas. En este caso, los que no pueden acceder a electrificación poseen fuentes como la energía del Sol y el viento, que no aprovechamos totalmente con tecnología moderna”, opina Víctor Velarde Vigo, gestor de proyectos del área de cooperación técnica de la Unión Europea en el Perú.

“Los países firmaron en Bruselas, a través de sus embajadas, un convenio de financiación por cuatro años, que termina en abril de 2011”, afirma.